El tatuaje es un arte que va mucho más allá de la tinta y la aguja; es un ritual personal, un momento que se marca en tu piel y en tu vida. Para mí, tatuar es una experiencia profundamente liberadora, en la que cada línea fina y cada sombra que aplico se convierten en parte de una historia permanente.
Me encanta cómo la piel se convierte en un lienzo para expresar no solo una idea, sino una parte de ti. Ya sea un diseño que representa un momento clave en la vida de una persona o un simple recordatorio de lo que uno es, el tatuaje es algo que permanece, y eso me fascina. Para mí, cada tatuaje es una conexión entre el arte y la historia personal, y me hace sentir que estoy dejando una marca importante, no solo en la piel, sino en el alma de quien lo lleva.